jueves, 14 de enero de 2010

¿Fracasarán los e-books?



La mayoría de opiniones que se publican hoy en día- más aún en sitios dedicados a la literatura digital y en Internet- dan por sentado que el lector electrónico de libros digitalizados (que no digitales) acabará imponiéndose como dispositivo preferente en la comercialización y lectura de libros. A lo sumo, existe una duda sobre si la tecnología actual se modificará en un futuro cercano para ofrecer color, gráficos o refresco de pantalla más rápido. Desde el punto de vista de negocio hay un consenso aparente en que la industria editora se está equivocando, perdiendo el tren y actuando con ceguera ante los “inevitables” cambios que la digitalidad trae, aunque curiosamente la industria editorial no parece estar muy de acuerdo y, ajena al ruido mediático, continúa con sus propias prácticas que seguramente buscan la maximización del beneficio de sus negocios.

Independientemente de que uno esté de acuerdo o no con estas opiniones siempre es de agradecer escuchar las reflexiones contrarias, aunque sólo sea por pulcritud intelectual, por mantener un espíritu crítico, por aceptar que entre aire fresco y por estar alerta a opiniones alternativas - off mainstream - que, muchas veces, acaban siendo las que realmente modifican el futuro.

Por eso, me ha gustado leer el post titulado
Why eInk, ePub, And eBooks Will Fail que aparece en el blog The Ebook Test de Mike Cane. Ya por el sólo nombre del blog, vemos que el sitio no es sospechoso de estar en contra de los libros electrónicos por lo que su opinión me parece muy a tener en cuenta.

Comienza Cane señalando que en el libro The Art of the Start de Guy Kawasaki hay una frase que, en su opinión, describe bien por qué el libro electrónico fracasará y lo ilustra con un gráfico muy representativo.

The TAM [Total Addressable Market] is the true size of the potential market you can go after, not the totality of every nickel that’s spent in something related to your product or service.

¿El ebook como producto da servicio al mercado? En opinión de Cane, no. Los dispositivos actuales son caros, sus fuentes son poco nítidas, son lentos, hay que pasar por la pesadilla (nightmare) de las protecciones, muchos están ligados a una única plataforma (como los de Kindle), requieren batería (no podríamos llevarlos a una isla desierta y leerlos dos años después), etc. No ofrecen ventajas respecto al libro convencional excepto que “no habrá que comprar muebles para guardarlos”. Cane también añade que las personas que ya leen e-books digitales lo hacen porque, en general, ya tienen un aparato que usan principalmente para otros servicios (por ejemplo, un teléfono) y ven al e-book sólo como pequeños textos: People regard them as teeny-tiny files that are a collection of words. The effort, energy, and thinking that are the ingredients of such things — books — are lost.

Concluye que el e-book presenta muchas similitudes con el mercado incipiente de los videojuegos en los años 80, una burbuja que explotó tres años después.

Hace poco más de un año, se publicaba Digital fiction reading: Haptics and immersion, en el Journal of Research in Reading, ISSN 0141-0423, Volume 31, Issue 4, 2008 por el Centro Nacional para la Educación y la Investigación de la Lectura de Noruega, en el cual se señalaba que el formato digital y , sobre todo, el leer en un monitor - cualquiera que este sea - influyen de forma decisiva en la manera de comprender una obra literaria hasta el punto de disminuir la atención cognitiva que sí se consigue con los libros. Según Anne Mengen, autora del estudio, el cerebro humano mejora en su rendimiento cognitivo cuando el texto está íntimamente ligado al soporte físico que lo contiene; cuando se aúnan varios sentidos (olor, tacto,..) en la lectura. (Un análisis más pormenorizado puede leerse en Lectura en pantalla y cognición
).

En la misma línea, recientemente se publicaba en El País
un artículo a contracorriente de José María Álvarez, catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos, titulado Incertidumbres de la web 2.0 en el que criticaba severamente el camino digital. Artículo que –como se puede ver en los comentarios que los lectores enviaron tras leerlo- recibió un furibundo y generalizado vapuleo.

De hecho, excesivo para mi gusto. Demasiada uniformidad. Soy poco amigo de la uniformidad de pensamiento. Porque, como decía al principio, aunque sólo sea en aras a mantener una actividad intelectual crítica y atenta a opiniones “fuera de la moda”, esta serie de reflexiones contracorriente me interesan mucho.


Post publicado por Félix Remírez




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4 comentarios:

  1. Algo así comento yo también en un artículo en Literactiva (http://www.literactiva.es/index.php?option=com_content&view=article&id=310:el-libro-electronico-ni-esta-ni-se-le-espera), el eBook fracasará tal y como se está planteando en la actualidad, pero aún estamos a tiempo de cambiarlo, o mejor dicho, las editoriales y los fabricantes aún estan a tiempo de recapacitar.

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  2. Mi Señor Félix, es evidente que la última página sobre el futuro del e-book no está escrita, a lo mucho hemos emborronado la primera.

    El que desaparezca el libro de papel, será una cuestión de mercado y parece lógico pensar que convivirá con un futuro formato electrónico en múltiples plataformas, ya que desde la aparición del computador, se han digitalizado textos escritos y la tendencia es y será exponencial, así mismo el hecho que se imponga el digital no excluye el éxito en determinados nichos del tintado, como libros impresos con menú a la carta, personalizados o ediciones especiales nunca reeditadas, con mayor calidad que las actuales en papel y un ebook de regalo en la misma caja, reproducciones de incunables, manuscritos para un público más amplio, etc.)

    Yo, si necesito consultar o trabajar con un texto de referencia, personalmente utilizaré un formato digital, ofrece infinitas posibilidades, si es un libro para un niño de 4 años le ofreceré uno en cartón impermeable.

    Si dispongo de una novela en papel y también en formato digital, preferiré meterme en la cama con el papel, pero seguiré leyéndola mientras simulo que trabajo en la pantalla del ordenador, si estoy obsesionado con terminarla.

    Si en la isla desierta donde vaya, dispongo de cargador solar de baterías y combustible, preferiré llevarme siempre un libro electrónico con todo el canon de literatura universal digitalizado. Si no hay batería ni madera, me llevaré libros de papel, para leerlos y luego calentarme mientras cocino algo.

    En cuanto a los lectores, hay algunos que leen al día con suma atención tantas líneas de texto y gráficos en el ordenador, que dudo tengan problema en leer e-books, cualesquiera que sea la longitud del archivo.
    Si el cerebro visual del homo sapiens todavía no lo tenemos adaptado, esa es la tendencia evolutiva en la que estamos: de homo catódico a homo TFT-LCD-PDP-OLED-FED-SED-DLP-LCoS, y por lo visto en muy poco, 3D hasta para leer un cuento.

    En cuanto al ejemplo de la burbuja de los vídeo juegos, no le he comprendido, porque aunque fuese un fallo momentáneo en el tiempo, es evidente que hoy el mercado estrella del entretenimiento por encima de cualquier otro (cine, música, etc.) es el vídeojuego y lo seguirá siendo.

    Imagino que a muchos jóvenes de hoy, seguramente ya les resulta pesada la lectura en papel, las sensaciones de tacto, olor y gusto al chuparse el dedo con el pasar de página, incluso les produce arcadas.
    (Hoy se chupa el móvil y se eSeMeSea)

    Pero sea como sea, la lectura de textos, grandes o pequeños, artículos técnicos, periodísticos, poesía, cuento corto o novela, hace tiempo que es parte de nuestra lectura en soporte electrónico como algo habitual, todo ello fundido con emails, chats, foros, páginas webs, blogs, facebooks y twitters varios.

    Una pregunta diferente sería, si los e-books promocionados en estas últimas navidades serán los libros del futuro.
    Es evidente, que los formatos de visualización irán cambiando y sumándose cada semestre, de aquí hasta que el libro nos lo inserten directamente en las neuronas. Amén.

    Suyo, Z+-----

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  3. El objetivo de mi post no es defender una postura u otra (aunque, obviamente, tengo una opinión al respecto) ni estoy en contra del libro electrónico (no puedo estarlo, ni por profesión ya que me paso el día rodeado de ordenadores y de electrónica, ni por afición cuando dedico mi tiempo libre a crear y programar literatura digital).

    Pero lo que sí defiendo es que la uniformidad de pensamiento es mala siempre y que este aparente entusiasmo sin fisuras por el libro digital que anatemiza al que se atreve a opinar diferente no es bueno (basta leer los comentarios de los lectores a los textos sugeridos en el post).

    Y, también, defiendo que, tecnológicamente, el ebook actual deja mucho que desear y desde luego mi opinión profesional es que en diez años el lector digital que exista será radicalmente distinto, aunque para que esto suceda deberá consolidarse un cierto mercado ya que de otro modo las empresas no invertirán en el I+D necesario y sólo habrá gadgets de moda.

    Respecto al post de Mr. Cane, me imagino que su comentario acerca de los videojuegos se hace considerando el volumen de mercado. En esta imagen se ve que efectivamente los videojuegos han crecido en volumen de ventas pero, considerando la inflación, desde luego que no han sido la panacea que se preveía hace años ni las empresas que invirtieron mucho en ellos han recuperado con creces la inversión. Asimismo, en este informe también puede apreciarse que las ventas - descontando la inflación- no han sido nada espectaculares y además se observa que las diferentes plataformas aparecen y desaparecen al albur de las modas, lo que implica que las empresas que las fabrican tienen unos pocos años de rentabilidad. En cualquier caso, habría que preguntar a Mr. Cane.


    Un saludo cordial a todos.

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  4. El e-book fracasará, por supuesto, pero no ahora, sino cuando haya otra tecnología que lo supere. El camino es seguro y ya no tiene vuelta atrás, salvo cataclismo electrónico. El libro en papel no morirá, pero su trasformación será tan radical -tanto en el soporte como en su comercialización- que se parecerá poco al que existe hoy.
    Los videojuegos han tenido tanto éxito que ahora han saltado al cine y a la televisión.
    Eso sí: el e-book no tendrá tanta vida como ha tenido el libro tradicional. Todo sucede muy rápido en el mundo tecnológico, así que Mr. Cane podrá decir que él ya lo dijo y no esperar a que lo diga un nieto. ¿O lo echará de menos al criticar el siguiente formato de libro?

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